TALLADOR DE SAN LA MUERTE

El poder de las tallas
San la Muerte toma cuerpo y su representación varía de acuerdo al imaginero que la realiza. La figura clásica es el esqueleto humano, parado, determinado por rasgos sencillos -casi minimalistas-, frecuentemente teñida de negro y que además está ornamentada por la tradicional guadaña, que en algunos casos posee toques de pintura sangre en su filo. Esta misma imagen puede estar vestida, generalmente con lienzos negros y rojos.
Otros ejemplares están sentados y el más usual es aquel denominado como “Señor de la Paciencia”, algunos con las manos en las sienes y otros sosteniendo la barbilla. Sorprende conceptualmente una talla que muestra a San la Muerte sentado sobre el mundo, como persuadiendo de su poder tanto sobre lo terrenal como lo divino.
Las estatuillas elaboradas a partir de una bala servida -que hubiera herido y especialmente matado a un bautizado- son consideradas como las más poderosas entre los devotos. Generalmente son usadas como colgantes llevadas al cuello. En esta misma categorización de las estatuillas eficaces se distinguen las realizadas en hueso humano -preferentemente de un recién nacido o de personas con poderes- con el predominio de una llamativa abstracción.
Respecto a la estética de la producción santera, se debe reconocer una línea originaria descendiente del barroco español que se articula con otra de procedencia netamente guaraní conformando un legado único y en permanente transición.


El protagonismo de los santeros
Aquiles Coppini (36 años) es el mayor referente entre los santeros de la cárcel, lugar donde se concentra una importante legión de devotos. Preso hace 14 años, rinde culto a San la Muerte desde la aparición del santo en un sueño, y por ello tiene el privilegio de custodiar el altar de culto general de los reclusos correntinos. Autodidacta por la ausencia de un maestro que buscó sin suerte, ahora guía otros jóvenes con la generosidad que él no encontró. Talla en madera y hueso -animal y humano-, posee algunos santos pintados y también otros vestidos. Su colección permite apreciar el riesgo artístico de su permanente innovación, con una estética propia y variada que prueba su talento pero también la devoción. Sus obras son valoradas y buscadas por distinguidos coleccionistas y entusiastas creyentes. En su cuerpo lleva sólo un tatuaje, porque -según admite- reserva su piel para una importante ofrenda que promete cumplir muy pronto. También ostenta joyas de oro, todas entregadas al santo por favores recibidos.


Fotografia de Aquiles Coppini


Entre los antecesores se debe mencionar como tallistas históricos de la cárcel a Cirilo Miranda, Julio Conti y Ramón González, quienes consolidaron la tradición. Hoy siguen este trabajo César D´Andrea y Julio Lezcano, pero sin dudas Aquiles Coppini es un referente ineluctable para conocer y desentrañar los misterios y secretos de San la Muerte.
Gregorio Cabrera (67 años) es santero de oficio, herencia familiar que lleva con orgullo y prudente silencio. Actualmente se desempeña como personal del Museo Provincial de Artesanías (Corrientes), donde también da clases y realiza trabajos a pedido. Aunque no confiesa ser devoto de San la Muerte, se puede advertir el fervoroso esmero puesto en cada una de sus estatuillas, realizadas con perseverante dedicación. La mayor parte de su producción está hecha en madera -especialmente palosanto- y algunos ejemplares pertenecen a la colección oficial, aunque también son muy valorados para altares privados.



Ramón Gregorio Cabrera en su taller dentro del Museo de Artesanías y Folklore de la ciudad de Corrientes, 2004.


Andrés Cáceres (oriundo de Derqui, como Cabrera) trabaja la madera y el hueso, especialmente el hueso humano, asignando a las falanges cierta potencialidad mágica benéfica para las tallas.
Jorge Abel Lossada (oriundo de Mercedes) es un reconocido orfebre que realiza sus santitos en plata y oro, fundamentalmente para ser incorporados bajo la piel.
La familia Rodríguez (Capiatá, Paraguay) representa una estirpe de tradición no sólo en la devoción sino también en la particular estética que caracteriza la producción seriada que logra. El rito santero se remonta al pionero Cándido -ya muerto-, cuya herencia perpetúa hoy su prolífica descendencia con una destacada fabricación artesanal de manufactura con cierto vestigio industrial, pero sin perder la solemnidad de rigor que impone la santería popular.
Aquí se aprecia una figura voluminosa y sensual, tallada en madera con rasgos definidos por una impronta personal que oscila entre la serenidad de una ilusión de ensueño y la pasión de una inquietante quimera. Además, se suma el tono blanco que define cada pieza con líneas negras que exaltan la figura.




Material  gentileza de     http://coleccionartebrujo.blogspot.com/

4 comentarios:

  1. hola me gustaria que me explicaras por que se me aparece la imagen de san la muerte en mi casa todos los dias

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  2. Hola como dar con el señor jorge abel lossada el santero k hace san l muerte el oro y plata s alguien puede m pasa s numero d celu

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  3. Quisiera saber el precio de una estatuilla de San La Muerte en hueso humano preferentemente de un niño para colocarla debajo de la piel

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gracias por tu comentario